que, dentro de los factores nutricionales, el elevado IMC más el consumo de grasa han sido
considerados importantes factores de riesgo cardiovascular (OMS, 2016).
En este estudio se analizaron estas características, y se determinó que el IMC del 85,71%
de los adolescentes corresponde a un estado nutricional normal y en un menor porcentaje tienen
sobrepeso u obesidad 14,29%. Esta evaluación en cuanto a los adultos es muy diferente ya que
ellos están en el rango de sobrepeso u obesidad el 72,64%. En los datos desagregados, al grupo 20
- 60 años pertenecieron 164 personas de las cuales el 72,56% tubo sobrepeso más obesidad;
mientras que, en el grupo de 61 a 89 años hubo 37 casos, equivalente al 72,97%. Los resultados
demuestran que sin importar la edad los porcentajes superan en mucho la media nacional para
adultos afrodescendientes entre 19 y menores a 60 años, que es 64,4% (Freire et al, 2013). Sobre
la percepción del estado nutricional, el 98,20% de los afrodescendientes adultos de Chalguayacu,
no reconoce su condición de sobrepeso y obesidad.
Un estudio realizado en Caracas – Venezuela por Lares, Velazco, Brito, Hernández, & Mata
(2011), reportó que un 66% de la muestra presentan un IMC > 25 Kg/ m2. Asimismo, otras
investigaciones sobre riesgo cardiovascular en países latinoamericanos exhiben resultados
similares a los encontrados en este presente estudio (Vélez, Gil, Avila, & López, 2015). En cuanto
a los adolescentes, el estudio realizado por Sbaraini en Brasil, encontró sobrepeso en el 17.2%,
obesidad el 5.6%, y obesidad severa en el 1.3% de esa población (Sbaraini et al, 2020).
El resultado que merece destacarse es el alto porcentaje de grasa corporal encontrado en el
66,67% de los adultos y que corresponde a obesidad. La obesidad resulta de la interacción
multifactorial, factores metabólicos, genéticos, conductuales y ambientales, es una de las
enfermedades no transmisibles más prevalentes y graves, se la considera un riesgo importante para
la enfermedad cardiovascular (Delgado, Alarcón, & Caamaño, 2015).
Los trastornos de sobrepeso y obesidad pueden conllevar a otras complicaciones en la salud
de los jóvenes y adultos, es el caso de los adultos jóvenes universitarios colombianos con sobrepeso
y obesidad quienes se asociaron significativamente con el trastorno por atracón (TA), alteración de
la conducta alimentaria, relacionada también con insatisfacción de la imagen corporal, disfunción
familiar y síntomas depresivos (Morales et al, 2016).
Según el indicador antropométrico cintura/talla, predictivo para riesgo cardiovascular, se
determinó esta condición en el 72,14% de los afrodescendientes adultos, el 53,73% tiene
antecedentes de familiares de diabetes Mellitus, y de igual manera, el 63,18% se asocian con
hipertensión arterial. En definitiva, el 51,24% asume tener un estado de salud regular. Según
Muñoz, en su estudio con 170 encuestados, se concluyó en que el 74.1% presentó valores de índice
cintura/talla (ICT) > 0.50, con predominio en los hombres (Muñoz, Olivas, De León, & Ochoa,
2016).
En la investigación efectuada por Cerda en una población escolar revela que el 34,7%
presentaba un ICT superior a 0.5, y en cuanto a la distribución por sexo, afectó más a las mujeres