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DE LA DESCULTURA LECTORA A LA
CULTURA LECTORA
FROM READING DECULTURE TO READING CULTURE
Recibido: 08/04/2020 - Aceptado: 25/05/2021
Ricardo Geovanni Lalangui Sarango
Docente de Posgrado de la Universidad Tecnológica Indoamérica
Quito - Ecuador
Máster en Formación del Profesorado de Educación Secundaria del
Ecuador, Especialidad en Física y Química
ricardolalangui@yahoo.es
https://orcid.org/0000-0002-7614-5682
Wilson Alcívar Tinoco Tinoco
Docente de Colegio de Bachillerato “Matilde Hidalgo de Procel”
Quito - Ecuador
Diploma Superior en las Nuevas Tecnologías de la Información y
Comunicación y su Aplicación en la Práctica Docente Ecuatoriana
wialtiti@gmail.com
https://orcid.org/0000-0001-9486-6566
Betty Azucena Jaramillo Aguilar
Docente de Unidad Educativa “Rotary Club Machala Moderno”
Machala - Ecuador
Magíster en Educación a Distancia
bajaramillo19@gmail.com
https://orcid.org/0000-0002-3994-0003
Cómo citar este artículo:
Lalangui, R., Tinoco, W., & Jaramillo, B. (Enero - junio de 2021). De la descultura
lectora a la cultura lectora. Sathiri: Sembrador (16)1, 77-87. https://
doi.org/10.32645/13906925.1041
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Resumen
El objetivo de la presente investigación es visibilizar los efectos alienantes de la descultura lectora,
como toma de consciencia docente para apropiarse de la cultura lectora, desde la pedagogía de
la praxis. El enfoque de la investigación es mixto, desde la óptica de un diseño no experimental y
un tipo investigativo de carácter bibliográca, descriptiva y de campo. Para recabar la información
empírica se aplicó una encuesta basada en un cuestionario de cinco interrogantes, a toda la
población de docentes del Colegio de bachillerato “Ciudad de Portovelo”. Esta información permitió
concluir que, los informantes presentan un contundente desconocimiento sobre lo consultado: en
un 87.5% sobre la cognición situada propuesta por Vigotsky, en un 75%, respecto al contexto de la
descultura lectora, en un 95.83% en torno a la cultura lectora o práctica cultural, en un 100% sobre
el contexto de apropiación y en un 91.67% referente a la praxis por Freire. Lo que evidencia que
los educadores presentan falencias formativas, conceptuales y metodológicas respecto a su praxis
pedagógica proyectada a promover la cultura lectora en los educandos. Por lo que se recomienda,
socializar el presente estudio entre el profesorado, para que tome consciencia de los efectos
negativos de la descultura lectora, en los educandos y se apropie de los lineamientos de la cultura
lectora, desde la cognición situada, la apropiación y la praxis como práctica social transformadora.
Palabras claves: Descultura lectora, Cultura Lectora, Cognición Situada, Apropiación, Praxis.
Abstract
The objective of this research is to make visible the alienating eects of reading deculture, as a
teacher awareness to appropriate the reading culture, from the pedagogy of praxis. The research
approach is mixed, from the point of view of a non-experimental design and a type of bibliograhpic
research character, descriptive and eld nature. To collect the empirical information, a survey based
on a questionnaire of ve questions was applied to the entire population of teachers of the Colegio
de Bachillerato “Ciudad de Portovelo”, information that allowed to conclude that the respondants
show a clear ignorance about what was polled. A 87.5% about the cognition proposed by Vigotsky,
a 75% on the context of reading deculture, a 95.83% on reading culture or cultural practice, 100%
on the context of appropriation and a 91.67 % referring to praxis by Freire. This evidences that
educators do not have enough conceptual and methodological training regarding their pedagogical
praxis expected to promote cultural reading in students. Therefore, it is necessary to recommend
this study to be socialized among teachers, so that they become conscious of the negative eects of
reading deculture on pupils and appropriate of reading culture guidelines, from situated cognition,
appropriation and praxis as transformative social exercise.
Keywords: Reading deculture, Reading Culture, Situated Cognition, Appropriation, Praxis.
DE LA DESCULTURA
LECTORA A LA CULTURA
LECTORA
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Introducción
Incursionar en el contexto de la lectura, desde las vivencias lectoras que se gestan en los escenarios
educativos físicos y virtuales, donde los pares homólogos y pares heterogéneos están en contacto
permanente consciente e inconsciente.
Ante esta realidad que vivimos en pleno siglo XXI, nos embarga una gran interrogante:
¿Es suciente la gestión que realiza el docente, en el intento de enseñar a leer y escribir a los
educandos, desde la óptica fosilizada, que los alumnos aprendan a descifrar grafemas, solo desde
la epidermis, lo somero o literal?
Este acto semi pedagógico, lejos de despertar el interés del alumnado, por incursionar
en la comprensión del fondo y trasfondo del contenido de los textos, solo promueve un proceso
lector desculturizador incongruente con la cosmovisión de la cultura lectora.
Contextualizando la descultura lectora.
Cabe resaltar que la descultura es un término que
nace de un neologismo, para advertir que en la actualidad existen procesos lectores incrustados en
las aulas, que en su mayoría popularizan el desaprendizaje o la visión simplista. Que es suciente
que el educando lea solo grafemas y palabras, y pueda transcribir literalmente lo que lee o lo que
escucha, como un acto iluminado, propio de los animales racionales, en especial de los homínidos.
Esto no es más que una forma arraigada arcana de aprender por aprender a leer y escribir, sin
que pase por el tamiz del juicio crítico, de la ama de duda, la vivencia de la realidad que rodea
y el discernimiento del intelecto, que el instrumento de inteligencia humana, más elevado sobre
la faz de la tierra, que nos diferencia diametralmente del resto de seres vivos, dado que hasta el
momento no se ha demostrado lo contrario.
Ante la práctica ancestral de aprender a leer y a escribir desde la descultura lectora,
emerge en la cotidianeidad del desarrollo de la enseñanza, un acto de deslegitimación de esta
barbarie lectora, que tiene un rme soporte y respaldo tecnológico que ha dado un nuevo giro a
los procesos de comunicación, desde la pantalla a la pantalla de cualquier dispositivo electrónico,
como si el único mundo que existe es el que se proyecta a través de la pantalla. Sobre este tópico
de las pantallas, Vicente y Martín (2008) maniestan: “El aturdimiento del individuo se perfecciona
en base a una socialización primaria y secundaria en la que las pantallas se convierten en un
elemento «naturalizado» para los miembros de la familia” (p. 735).
Desde una perspectiva crítica, humanizante y afectiva la vida desde la pantalla produce un
efecto deshumanizante, desculturizador e individualista, que rompe con los procesos históricos de
contacto, de pernoctar en el mismo espacio e interactuar biopsicosocialmente, como es la esencia
del ser humano. La sociedad en general y el colectivo docente en particular, debe tomar consciencia
que ha cumplido un rol protagónico, en este proceso de descultura lectora, promoviendo el
desaprendizaje de la propia realidad del alumnado como la realidad que trae implícita y explícita
los diferentes textos que forman parte del proceso de formación.
Cognición situada la antesala de la cultura lectora. Para romper con este proceso de
deslegitimación lectora, surge una alternativa basada en la cognición situada a partir de la propuesta
de Vigotsky; al respecto Botero (2016) sobre la cognición situada, menciona lo siguiente:
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La teoría de la cognición situada parte de la premisa que el conocimiento es situado, ubicado en
un contexto determinado y dependiente de la cultura en que se desarrolle, cuestiona las prácticas
educativas que asumen que el conocimiento puede ser abstraído de las situaciones en que se
aprende y se utiliza. (p. 71)
Esto nos aclara, que al asumir la enseñanza de la lectura y la escritura, desde la perspectiva de
la cultura lectora, los procesos de enseñanza y aprendizaje relegan a segundo plano las tendencias
descontextualizadas, para recuperar la vida cotidiana, lo contextual, la cultura, los saberes. Desde
el cuestionamiento que no existe praxis vivencial ni educativa, si se separa el conocimiento de los
saberes que traen consigo los estudiantes, desde sus propias situaciones de vivencia, con sus
contextos habituales. Solo en este espacio es posible promocionar la cultura lectora, a partir de la
vivencia cotidiana que promueve el aprendizaje en contexto o situado.
Contextualizando la cultura lectora, desde la desculturización y descultura lectora.
Referente a la cultura lectora o práctica cultural Chartier (1999, como se citó en Rockwell, 2001)
precisó: “Quién concibe la lectura como una práctica cultural realizada en un espacio intersubjetivo,
conformado históricamente, en el cual los lectores comparten dispositivos, comportamientos,
actitudes y signicados culturales en torno al acto de leer” (p. 14). Esta posición resalta que el acto
de leer y escribir desde la connotación de una cultura lectora o práctica cultural se gesta primero
a un nivel intersubjetivo y luego se genera un proceso intrasubjetivo; como proceso histórico
contextual, en el cual los lectores conviven, se desarrollan y transforman, tanto ellos como lo que
les rodea. Esto rompe con el enfoque anquilosado de imbuir de un supuesto conocimiento libresco
a los estudiantes, legitimando con ello miradas pedagógicas anti sonantes e ideológicas desde el
texto, antagónicas con la realidad o el contexto.
Esta problemática de la descultura lectora, es de actualidad y la tecnología lejos de
reducirla consolida el desaprendizaje de la realidad contextual histórica y promociona una realidad
descontextualizada y ahistórica a través de la pantalla, con lo que se promueve un proceso de
desculturización del alumnado a partir de los contenidos programáticos. Al respecto Ballesteros
et al. (2017) sobre la desculturización expresan: “Consiste en la pérdida de valores culturales;
y transculturización en donde se toman valores culturales ajenos y se lo hace parte de la vida
cotidiana” (p. 375). Sumergir a los estudiantes en procesos de descultura lectora, es propiciar la
pérdida paulatina de valores culturales y asumir posiciones culturales ajenas como nuestras.
El problema de descultura lectora posicionada en las aulas, aún persiste y en franco
crecimiento, por lo que es emergente, que el docente se apropie de las directrices de la cultura
lectora. Donde el proceso de enseñanza-aprendizaje de leer y escribir, de acuerdo con Dueñas,
(1998) se constituya en un acto: “Vivencialmente válido y culturalmente signicativo, sin limitarse a
situaciones triviales, simplistas y estereotipadas” (p. 374), que nos ofrecen los textos y la realidad
circunscrita a una pantalla. Al respecto, Bueno (2019) sobre la descultura menciona que es:” Un
neologismo para expresar el acto de propagar el desaprendizaje o hacer que uno aprenda de
manera incorrecta. Con el avance de la tecnología estamos viviendo una revolución en la manera
de comunicarnos y entretenernos” (p. 1). Esta tendencia de descultura lectora, limita interiorizar
de forma crítica el contenido de los diferentes textos, canciones, propaganda etcétera. Lo cual
favorece a la industria del entretenimiento alienante y deshumanizante.
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La apropiación un proceso reconstructivo de cultura lectora. Los docentes para dar un giro
al proceso de enseñanza-aprendizaje de leer y escribir, desde la apropiación de los lineamientos
de la cultura lectora, entendiendo la apropiación, como menciona Baquero (1996, como se citó
en Ruiz & Estrevel, 2010) : “Como una reestructuración de las funciones psicológicas del sujeto
que permiten su desarrollo según el vector de un creciente control sobre las propias operaciones
intelectuales” (p. 136). El docente tiene que realizar un proceso de interiorización (intrasubjetivo)
a partir de los procesos intersubjetivos, es en este espacio que se da la reconstrucción intelectual,
con lo cual se consolida la apropiación; por lo tanto, es un acto dinámico y reconstructivo del
propio sujeto que aprende.
La praxis un proceso reexivo y activo de la cultura lectora.
Asumir una posición de docente
consciente, autocrítico de su praxis legitimadora o deslegitimadora, para evitar reducirse a un
profesional reproductor del sistema, camuado en los textos, romper los grilletes de descultura
lectora para permitir que el educando se apropie de su realidad natural, cotidiana y transformadora.
Es preciso asumir la cultura lectora como una praxis de liberación de las ataduras psíquicas que
oferta la pantalla, de extirpación de las ideologías encubiertas de los textos y de los estereotipos
sociales del doble pensar. Entendiendo a la praxis según Freire (citado por Masi, 2008) como la:
Reexión y acción como unidad indisoluble, como par constitutivo de la misma y por lo tanto
imprescindible. La negación de uno de los elementos del par desvirtúa la praxis, transformándola en
activismo o un subjetivismo, siendo cualquiera de los dos una forma errónea de captar la realidad.
(p. 78)
La praxis es un acto eminentemente reexivo (teoría) y activo (práctico), lo cual se constituye
en un par dialéctico que se está comunicando continuamente; de faltar uno, la praxis se constituye
en un hecho ambiguo de inferir la realidad, desde una cosmovisión de una práctica social. Cada
uno de los argumentos esgrimidos denotan la importancia de abandonar la practica de descultura
lectora y asumir desde la apropiación, la legitimación y la praxis a la cultura lectora, como alternativa
de deslegitimar las practicas obsoletas de enseñar a leer y escribir a estudiantes del siglo XXI con
procesos pedagógicos del siglo XVIII.
Propiciar en el aula física o virtual procesos de cultura lectora o práctica cultural, es
deslegitimar la realidad ilusoria de algunos textos y la que circula en las pantallas de los dispositivos
como forma idónea de estar en contacto con la naturaleza, el ser humano y la vida misma. Para
legitimar la apropiación del conocimiento y los saberes desde: su contexto vivencial habitual,
la reconstrucción del conocimiento entre lo intersubjetivo a lo intrasubjetivo, la praxis como un
proceso de socialización consciente entre la reexión y la acción, lo dialéctico como actividad de
transformación personal, social y del entorno que le rodea, orientado a promover un legado de un
mundo más humano para las presentes y futuras generaciones.
En este contexto de desmiticar las prácticas retrógradas de enseñar a leer y a escribir a los
educandos, se planteó el siguiente objetivo: Visibilizar los efectos alienantes de la descultura lectora,
como toma de consciencia docente para apropiarse de la cultura lectora, desde la pedagogía de
la praxis.
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Materiales y métodos
Tipo de investigación. Se recurrió a la investigación bibliográca, descriptiva y de campo. Según
Campos (2017) la investigación bibliográca: “Es aquella que utiliza textos u otro tipo de material
intelectual impreso o grabado como fuentes primarias para obtener sus datos.” (p. 17). De acuerdo
con Hernández et al. (2014) : “Tienen como objetivo indagar la incidencia de las modalidades o niveles
de una o más variables en una población” (p. 155). Campos (2017) sobre este tema precisa: “Salir
a recabar los datos, sus fuentes pueden ser la naturaleza o la sociedad, pero en ambos casos, es
necesario que el investigador vaya en busca de su objeto para poder obtener la información.” (p. 27).
Se trata de procesos de investigación que son congruentes con el propósito de establecer el nivel de
apropiación de los docentes seleccionados sobre la cultura lectora; su praxis pedagógica actual y la
toma de consciencia sobre los efectos alienantes de la descultura lectora como actividad tradicional
para enseñar a leer y escribir a los educandos. Información que se procesó de forma cuantitativa y
cualitativa.
Población y muestra. La población corresponde a los docentes de colegio de bachillerato “Ciudad
de Portovelo” del cantón Portovelo, provincia de El Oro, cuyo número asciende a 24 educadores.
Un universo manejable, por lo que no fue necesario recurrir a ningún tipo de muestreo aleatorio
ni aplicación de fórmula estadística. De acuerdo con Hernández et al.(2014) la población es: “un
conjunto de todos los casos que concuerdan con una serie de especicaciones.” (p.174).
Por ser conocedor de la realidad del plantel y tener vínculos de amistad y colaborar en los
cursos de capacitación institucional sin nes de lucro, esto facilitó desarrollar una reunión con las
autoridades y docentes a través de la plataforma Zoom. La modalidad fue de un conversatorio e
incluyó la aplicación de una encuesta para establecer el grado de experticia sobre cultura lectora
a todos los educadores de las diferentes áreas de estudio y asignaturas del plantel en mención.
Docentes que uctúan entre los 4 y 27 años de experiencia docente, el 66.67% (16) son mujeres y
el 33.33% (8) son hombres, el 100% (24) tienen título docente de tercer nivel y el 20.83% (5) poseen
título de cuarto nivel. Según el siguiente detalle.
Tabla 1
Características de la población docente seleccionada
Características N.° Porcentaje
Experiencia docente de 4 a 10 años 4 16.66%
Experiencia docente de 11 a 16 años 7 29.17%
Experiencia docente de 17 a 24 años 13 54,17%
TOTAL 24 100,00%
Personal femenino 16 66,67%
Personal masculino 8 33,33%
TOTAL 24 100,00%
Título de tercer nivel 19 79.17%
Título de tercer y cuarto nivel 5 20.83%
TOTAL 24 100.00%
Fuente: Colegio de Bachillerato “Ciudad de Portovelo”
Elaborado por: Los autores.
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Métodos, técnicas e instrumentos. Los métodos utilizados fueron el inductivo y deductivo. Se
aplicó el inductivo, al partir de la realidad del conocimiento y experticia que tienen los docentes
seleccionados, para luego ser contrastado con la información de las fuentes de consulta priorizadas,
congruentes con la descultura lectora y cultura lectora. El método deductivo cumplió un rol inverso,
se consideró la información seleccionada sobre cultura lectora y se la contrastó con la realidad de
la praxis de los educadores a nivel de cultura lectora. Se aplicó la técnica de encuesta basada en un
instrumento de cuestionario de cinco preguntas relacionadas con: cognición situada, descultura
lectora, cultura lectora, apropiación, praxis, Para este proceso se recurrió al conversatorio
mantenido vía Zoom, proceso que se desarrolló el 19 de marzo del 2021, de 11:40 A 12:20, con la
nalidad de recabar información, desde su praxis pedagógica cotidiana.
La información facilitada por los encuestados en el conversatorio se representó en una
tabla y gura estadística, para luego ser interpretada en contraste con la información de soporte.
Resultados y discusión
Representación estadística de la información recabada. El punto de vista de los docentes
encuestados a partir de su praxis cotidiana, relacionada con el contexto de la descultura lectora y
la cultura lectora, están representados cuantitativamente en la tabla y gura estadísticas de forma
individualizada y global. Resultados que al ser interpretados cuantitativa y cualitativamente, ofrecen
una aproximación concreta a nivel de conocimiento formativo y experiencia profesional que tienen
los informantes, a nivel de la problemática de análisis, que se detalla a continuación.
Tabla 2.
Resultados de los criterios de los encuestados
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Fuente: Información docente en base a la encuesta aplicada
Elaborado por: Los autores.
Figura 1. Resultados de los criterios de los encuestados
Elaborado por: Los autores
Fuente: Información docente en base a la encuesta aplicada
Interpretación y discusión de resultados
De manera general los docentes encuestados en un 88.33%, están de acuerdo con lo puntualizado
en las encuestas y el 8.33% están poco de acuerdo. En global los criterios de los docentes son
incongruentes con el fondo y trasfondo del contenido de cada pregunta, lo que resalta y visibiliza
que tienen un desconocimiento generalizado sobre los efectos alienantes de la descultura lectora
y no tienen claridad sobre el contexto de la cultura lectora, como alternativa para propiciar desde
la praxis pedagógica un proceso de apropiación de la realidad en que viven los educandos.
De manera particular, se evidencian serias inconsistencias en las respuestas dadas por los
educadores, que denotan falencias formativas, conceptuales y epistémicas, en coherencia con las
exigencias de rigurosidad cientíca, que se describen a continuación:
A la primera interrogante el 87.5% de los encuestados, asumen que la cognición situada
es propuesta por Piaget y favorece el desarrollo de la cultura lectora en el alumnado.
La cognición situada no corresponde a Piaget, sino a Vigotsky, pero la cognición situada
es congruente con el desarrollo de la cultura lectora. Al respecto Botero (2016) basado
en Vigotsky menciona: “La cognición situada parte de la premisa que el conocimiento
es situado, ubicado en un contexto determinado y dependiente de la cultura en que se
desarrolle (…)” (p. 71)
En la segunda pregunta el 75% de los educadores, conrman que la descultura lectora,
fomenta un proceso lector basado en la falta de cultura, lo cual es incorrecto, dado que
la descultura no es sinónimo de falta de cultura. De acuerdo con Dueñas (1998) es un
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acto que atenta con lo: “Vivencialmente válido y culturalmente signicativo, sin limitarse a
situaciones triviales, simplistas y estereotipadas” (p. 374).
En el tercer requerimiento el 95.83% de los docentes, ratican que la cultura lectora o
práctica cultural, despierta el interés del educando por leer los textos de estudio, esto un
error, por ser un proceso inicial intersubjetivo y luego intrasubjetivo, desde un contexto
histórico vivencial desde los propios lectores. Según Chartier (1999, como se citó en
Rockwell, 2001) asume a: “La lectura como una práctica cultural realizada en un espacio
intersubjetivo, conformado históricamente, en el cual los lectores comparten dispositivos,
comportamientos, actitudes y signicados culturales en torno al acto de leer” (p. 14).
A la cuarta interrogante el 100% del profesorado corrobora, que la apropiación, favorece
la construcción del conocimiento desde el texto. Esto es un claro desconocimiento, dado
que la apropiación requiere de un proceso de interiorización reconstructivo en el plano
intrapsicológico, que se inicia en el proceso interpsicológico, esto es la base de la apropiación.
Baquero (1996, como se citó en Ruiz y Estrevel, 2010) precisa que la apropiación es una:
“Reestructuración de las funciones psicológicas del sujeto que permiten su desarrollo según
el vector de un creciente control sobre las propias operaciones intelectuales” (p. 136).
A la quinta pregunta el 91.67% están de acuerdo que la praxis es una propuesta de Bruner
y que mejora el aprendizaje práctico. Esto resalta una contundente miopía intelectual,
considerando que la praxis no la propone Bruner, sino Marx y Freire; además, no fomenta
el aprendizaje práctico, sino, un proceso de intercomunicación dialéctico entre lo reexivo
(teoría) y acción (práctico), que inere la realidad, desde una cosmovisión de la práctica
social. Según Freire (citado por Masi, 2008) la praxis, es: “Reexión y acción como unidad
indisoluble, como par constitutivo de la misma y por lo tanto imprescindible. La negación
de uno de los elementos del par desvirtúa la praxis (…)”. (p. 78)
La información proviene de una fuente primaria, en base a la aplicación de una encuesta,
quienes, de primera mano, emiten su criterio personal respecto a lo solicitado en el cuestionario
de preguntas. Además, al ser contrastadas con las fuentes de información, se corrobora que los
informantes denotan un alto grado de desconocimiento, en torno a lo auscultado, aspectos que,
en conjunto, dan el aval de una evidencia de carácter cientíco, basado en la emisión de juicios, a
partir de los datos empíricos obtenidos.
Es meritorio, resaltar que el presente trabajo, no constituye un estudio acabado, es una
aproximación a la realidad investigada, a partir de un objeto de estudio, que puede servir de base
para futuras investigaciones relacionadas con tópicos no considerados en este abordaje de la
descultura lectora y la cultura lectora.
Los datos empíricos recabados y el soporte de las fuentes de información priorizadas,
permiten arribar a las siguientes deducciones generales. Casi la totalidad de encuestados, revelan
que tienen contundentes falencias conceptuales, a nivel de: la cognición situada, la descultura
lectora, la cultura lectora, la apropiación y la praxis, que son constructos fundamentales de este
proceso de investigación.
Conclusiones
Los educadores en un 87.5% desconocen que la cognición situada no es una propuesta
de Piaget, sino de Vigotsky que es coherente con las exigencias de la cultura lectora, da
prevalencia al conocimiento situado, por lo que se deduce que los docentes, fomentan un
proceso de descultura lectora.
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Los docentes en un 75%, asumen que la descultura lectora, fomenta un proceso lector
basado en la falta de cultura, lo cual está muy alejado de la verdad, por fomentar el
desaprendizaje, al reducir la realidad al conocimiento literal de los textos y la simplicidad
estereotipada de lo que circula en las pantallas de los dispositivos electrónicos.
Los informantes en un 95.83% consideran que la cultura lectora o práctica cultural,
despierta el interés del educando por leer los textos de estudio. Esto es incongruente con
el contexto de la cultura lectora que se gesta en un nivel intersubjetivo y se consolida a nivel
intersubjetivo, desde el posicionamiento histórico vivencial de los propios lectores.
El profesorado en un 100%, estima que la apropiación, consolida la construcción del
conocimiento desde el texto. Esto es antagónico con el contexto de apropiación, que
implica un proceso de interiorización reconstructivo en el plano intrapsicológico, pero
que se inicia en una transacción intelectual interpsicológica, la consolidación de estos dos
procesos genera la apropiación.
Los maestros en un 91.67% asumen que la praxis la propone Bruner y que mejora
el aprendizaje práctico. Esto es incoherente, en la medida que la praxis no la propone
Bruner, sino Marx o Freire; menos, estimula el aprendizaje práctico, dado que la praxis es
un proceso dialéctico entre la reexión (teoría) y la acción (práctica), que estar ausente uno
de ellos, genera una miopía de la realidad circundante, desde una práctica social.
Recomendaciones
Generar un proceso de toma de consciencia entre los docentes a todo nivel, que las
prácticas tradicionales de enseñar a leer y escribir a los educandos, promueve la descultura
lectora, basada en la lectura textual literal y ujo de información alienante que circulan
libremente en todo tipo de dispositivo electrónico.
Promover procesos de formación y actualización docente masivos, sobre los lineamientos
de la cultura lectora, desde la plataforma de la cognición situada, de los procesos de
transacción intelectual desde un plano interpsicológico a un plano intrapsicológico de
interiorización reconstructiva que consolida la apropiación, de la realidad con sentido
histórico, vivencial y transformador.
La importación matizada desde los datos empíricos e información pertinente de los
múltiples documentos, se constituye en el espacio adecuado para que se catapulten
nuevas investigaciones, congruentes con la problemática analizada, donde factores como
las operaciones intelectuales, la mediación y la zona de desarrollo próximo, profundicen
y amplíen el contexto de la realidad de la cultura lectora en las aulas físicas y virtuales del
siglo XXI.
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DE LA DESCULTURA
LECTORA A LA CULTURA
LECTORA
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Cómo citar este artículo:
Lalangui, R., Tinoco, W., & Jaramillo, B. (Enero - junio de 2021). De la descultura lectora a la cultura lectora. Sathiri: Sembrador (16)1, 77-87. https://doi.org/10.32645/13906925.1041
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https://elsolweb.tv/la-crisis-de-la-descultura/. Obtenido de https://elsolweb.tv/la-crisis-de-la-
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