DE LA DESCULTURA
LECTORA A LA CULTURA
LECTORA
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Cómo citar este artículo:
Lalangui, R., Tinoco, W., & Jaramillo, B. (Enero - junio de 2021). De la descultura lectora a la cultura lectora. Sathiri: Sembrador (16)1, 77-87. https://doi.org/10.32645/13906925.1041
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acto que atenta con lo: “Vivencialmente válido y culturalmente signicativo, sin limitarse a
situaciones triviales, simplistas y estereotipadas” (p. 374).
● En el tercer requerimiento el 95.83% de los docentes, ratican que la cultura lectora o
práctica cultural, despierta el interés del educando por leer los textos de estudio, esto un
error, por ser un proceso inicial intersubjetivo y luego intrasubjetivo, desde un contexto
histórico vivencial desde los propios lectores. Según Chartier (1999, como se citó en
Rockwell, 2001) asume a: “La lectura como una práctica cultural realizada en un espacio
intersubjetivo, conformado históricamente, en el cual los lectores comparten dispositivos,
comportamientos, actitudes y signicados culturales en torno al acto de leer” (p. 14).
● A la cuarta interrogante el 100% del profesorado corrobora, que la apropiación, favorece
la construcción del conocimiento desde el texto. Esto es un claro desconocimiento, dado
que la apropiación requiere de un proceso de interiorización reconstructivo en el plano
intrapsicológico, que se inicia en el proceso interpsicológico, esto es la base de la apropiación.
Baquero (1996, como se citó en Ruiz y Estrevel, 2010) precisa que la apropiación es una:
“Reestructuración de las funciones psicológicas del sujeto que permiten su desarrollo según
el vector de un creciente control sobre las propias operaciones intelectuales” (p. 136).
● A la quinta pregunta el 91.67% están de acuerdo que la praxis es una propuesta de Bruner
y que mejora el aprendizaje práctico. Esto resalta una contundente miopía intelectual,
considerando que la praxis no la propone Bruner, sino Marx y Freire; además, no fomenta
el aprendizaje práctico, sino, un proceso de intercomunicación dialéctico entre lo reexivo
(teoría) y acción (práctico), que inere la realidad, desde una cosmovisión de la práctica
social. Según Freire (citado por Masi, 2008) la praxis, es: “Reexión y acción como unidad
indisoluble, como par constitutivo de la misma y por lo tanto imprescindible. La negación
de uno de los elementos del par desvirtúa la praxis (…)”. (p. 78)
La información proviene de una fuente primaria, en base a la aplicación de una encuesta,
quienes, de primera mano, emiten su criterio personal respecto a lo solicitado en el cuestionario
de preguntas. Además, al ser contrastadas con las fuentes de información, se corrobora que los
informantes denotan un alto grado de desconocimiento, en torno a lo auscultado, aspectos que,
en conjunto, dan el aval de una evidencia de carácter cientíco, basado en la emisión de juicios, a
partir de los datos empíricos obtenidos.
Es meritorio, resaltar que el presente trabajo, no constituye un estudio acabado, es una
aproximación a la realidad investigada, a partir de un objeto de estudio, que puede servir de base
para futuras investigaciones relacionadas con tópicos no considerados en este abordaje de la
descultura lectora y la cultura lectora.
Los datos empíricos recabados y el soporte de las fuentes de información priorizadas,
permiten arribar a las siguientes deducciones generales. Casi la totalidad de encuestados, revelan
que tienen contundentes falencias conceptuales, a nivel de: la cognición situada, la descultura
lectora, la cultura lectora, la apropiación y la praxis, que son constructos fundamentales de este
proceso de investigación.
Conclusiones
● Los educadores en un 87.5% desconocen que la cognición situada no es una propuesta
de Piaget, sino de Vigotsky que es coherente con las exigencias de la cultura lectora, da
prevalencia al conocimiento situado, por lo que se deduce que los docentes, fomentan un
proceso de descultura lectora.