Introducción
La Interpretación Ambiental (IA) es una disciplina que integra la educación ambiental y el
turismo sustentable, y está dirigida a desarrollar medios y servicios que, de manera atractiva, den
a conocer y pongan en valor las características de un área y sus relaciones biofísicas y culturales.
Desde sus orígenes, la IA estaba asociada a espacios naturales protegidos, y en América
Latina, fue en la década de los noventas cuando se amplió su ámbito de actuación a los recursos
culturales (Moncada, Pellegrini y Aranguren, 2016). A partir de allí también se ha empleado el
término de Interpretación del Patrimonio (IP), que abarca otros ámbitos de actuación relacionados
con el patrimonio cultural tangible e intangible (Morales, 1998). La interpretación ambiental
permite concienciar a los visitantes sobre la importancia de la conservación y uso responsable de
los atractivos turísticos. Asimismo, esta disciplina promueve el valor del patrimonio natural y
cultural de una zona determinada y se orienta a captar la atención e interés del turista para motivarle
a comprender los beneficios ecológicos, culturales y sociales generados al cuidar dichos recursos
(Morales, 2016).
Esto requiere el desarrollo de diversos medios y/o servicios que permitan traducir los
secretos del ambiente en el lenguaje de la gente, facilitándole al turista la comprensión de los
mensajes o contenidos motivadores de comportamientos responsables con el ambiente (Moncada,
Pellegrini y Aranguren, 2016). Dentro de la planificación de estos medios y servicios turísticos es
necesario considerar su potencial interpretativo. Al respecto, es pertinente dejar sentado que no
todos los recursos, procesos o fenómenos que conformen un atractivo turístico pueden ser
interpretados. Algunos factores como su accesibilidad, su presencia permanente o su resistencia al
impacto pueden ser condicionantes de este tipo servicios. Es por ello que, antes de desarrollar
algunos de estos medios, debe realizarse una evaluación de su potencial interpretativo (Morales,
1998).
La comunidad de Chilmá Bajo, en la Provincia del Carchi, Ecuador, cuenta con un potencial
turístico sustentado en una diversidad de recursos naturales y culturales que han generado un
incipiente desarrollo del turismo rural en la zona. Sin embargo, poco se ha avanzado en el manejo
responsable de estos recursos con fines turísticos. Dentro de esas carencias, es destacable la
ausencia de medios interpretativos que le consoliden como un producto ecoturístico sostenible.
El objetivo del presente trabajo fue evaluar el potencial interpretativo de los atractivos
turísticos de la comunidad Chilmá bajo, Provincia del Carchi, con el fin de proponer algunas
orientaciones para la planificación de estos servicios en dicha comunidad.
Como antecedentes de investigaciones sobre los recursos naturales y culturales en esta zona,
es destacable el trabajo realizado por Astudillo (2007) sobre las antiguas plantaciones de la zona.
Estos estudios evidenciaron que en la comunidad de Chilmá bajo existió un asentamiento pasto,
que ha legado una gran diversidad de restos arqueológicos que constituyen invaluables atractivos