Turismo Comunitario (CTC) Sumak Pacha con la finalidad de dar a conocer su cultura y conformar
emprendimientos turísticos que generasen ingresos económicos alternativos para sus familias,
dedicadas por tradición generacional a la agricultura, la ganadería y en menor proporción, a la
elaboración de artesanías.
La oferta turística que promovían destacaba las artesanías elaboradas en totora y bordados
realizados por mujeres artesanas de la comunidad y otras actividades como agricultura orgánica,
música, danza, comida típica, senderos, rutas, cabalgatas, paseos en bicicleta y alojamiento
comunitario.
El empirismo de la iniciativa y el desconocimiento del mundo empresarial de quienes se
enrolaron en ella hizo que doce de las familias, abandonaran el proyecto en la primera etapa,
probablemente decepcionados ante la poca y no continua afluencia de visitantes. El turismo como
actividad socioeconómica es cierto que beneficia a las comunidades receptoras, genera nuevas
fuentes de empleo, directas e indirectas, y en muchas ocasiones se convierte en la mejor, sino la
única, alternativa de sobrevivencia para comunidades pobres y/o en vías de desarrollo, con altas
probabilidades de mejora de la calidad de vida.
El efecto multiplicador garantiza un impulso a otras actividades socioeconómicas de la
comunidad y la región que en muchos casos pudieron estar deprimidas; sin embargo, la gestión y
desarrollo de la actividad turística, requiere de determinados insumos indispensables, que
garanticen una experiencia satisfactoria al cliente. La industria turística es sistémica, y requiere de
la confluencia de todos los elementos que la conforman. Los turistas compran vivencias, aprecian
la oportunidad de consumir nuevas experiencias, cuanto más autóctonas y alejadas de su vida
cotidiana, más atractivas e interesantes para ellos, pero son así mismo exigentes y gustan de ofertas
bien pensadas y correctamente estructuradas.
Pero los beneficios económicos no son inmediatos, probablemente tampoco en ninguna otra
actividad socioeconómica, máxime en el turismo que se requiere no solo de una oferta turística que
atraiga, sino además de una adecuada planificación, con estrategias de marketing que fortalezcan
la comercialización y venta, y con ello el posicionamiento del producto en el mercado meta.
La iniciativa del GPI, totalmente empírica y sin mayor rigor científico, obvió pasos
importantes, entre ellos, los estudios de factibilidad que a priori, permiten proyectar el
desarrollo a corto, mediano y largo plazo de todo proyecto, con análisis de escenarios positivos,
negativos y más probables y su consecuente toma de decisiones ante las diferentes alternativas
posibles. En la actualidad, solo 12 familias, de las 24 fundadoras, continúan en la red.